Grande Don Nicanor,
el Cervantes para usted.
Después o antes,
con el tiempo y qué.
la cosa vino por ahí;
pero más que eso,
Se le aprecia por sacarle brillo a las palabras
y por hacer del verso
un tentempié jugoso, con el sabor
del plato humeante.
Una larga vida;
maestro de los ángulos del verso,
ayer al Nobel, y pasó el tren.
Es que había otro destino.
Nuestra lengua lo reconoce
y ya no es un "parece".
El viejo Cervantes le sonríe con un guiño de ojo.
Alguien tenía que venir
a sacarle la punta al lápiz
y transparentar las palabras
al trasluz de la cebolla.
Grande don Nicanor
felicidades por usted.
E.D.A
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