lunes, mayo 20, 2024

UN CANTAR VAGABUNDO

Cuando yo era un sueño 

y mis recuerdos danzaban 

suspendidos en una duda,

me hice millonario

de la incertidumbre. 


Ahora que soy 

una certeza trágica 

mis sueños despertaron 

en diarrea cognitiva. 


Mas, el templo del saber

tiene rincones de insomnio

donde las pesadillas rugen 

canciones de vida y muerte. 


Los ignorantes como yo, 

somos viajeros, 

de una extraña sed.

Los cometas de la noche 

prometen el rocío

de la sabiduría. 


El estado de vigilia me confunde,

me huele a pájaro perdido,

a sinfonía de alfileres 

en una carta de amor; 


Pero aquí estoy dispuesto

para sostener mis preguntas.  


Para mi sorpresa

tengo la impresión de estar despierto;

entonces canto alguna melodía

para devolver el eco 

a las almas invisibles 

que me soportan

con infinita paciencia. 


E.D.A 


viernes, mayo 17, 2024

¡NECESITO CANTAR. OH, VIDA MÍA!

 ¡NECESITO CANTAR. OH, VIDA MÍA!

Necesito abrir las puertas del silencio
y explorar mas allá  de las estrellas
y decirle a las cansadas alas del tiempo
que mi música celebra
cada átomo vital en sus batallas

Necesito condonar las deudas
del infinito sacrificio que hierve del océano
en fronteras imposibles y castillos andrajosos
por donde mi espíritu renace
en las sombras del purgatorio.

Y quiero saltar en el peñasco de la duda
y desafiar el filo de las piedras congeladas
saludando al águila que, remota,
emprende un vuelo de círculos mágicos.

Y quiero ver la sonrisa  de la espuma
y oír la carcajada del gusano
la sentir la  embriaguez del caracol danzante
en la nervada hoja de la acelga.

Mas, el humo revolotea con alborotos imprevistos
y me obliga a detener mi fantasía,

Los colores saltan con sus pies heridos
y la sangre de la luz se derrama en mi tiniebla.

He aquí mi protesta desesperada,
he aquí la puerta del  silencio,
que revienta en un eco estrepitoso
casi culpable
de una auto condena imaginaria.


E.D.A

lunes, mayo 13, 2024

En pausa

 La voz rebota serena
en los ecos de mi nostalgia.

Ella canta suspendida
en el arcoiris del tiempo,

No, no tiene prisa
por levantar los hongos de las piedras,
ni reclama propiedad alguna
en la gloria de los libros.  

A ella le basta su reflejo cristalino
en el canto de los niños.

Ella sabe de dolores y alegrías
y su magnífica esperanza revolotea
en la alfombra de ms sueños.

He aquí una pausa de sí misma,
un desierto de silencios en descanso.
ya vendrá la hora de jugar en los colores,
y  encender la luz
en los rostros invisibles
del Amor Supremo.

E.D.A