Espero que hoy
en el mismo límite
de tu sonrisa
una nube de humo
despliegue colores.
Espero que siempre
las rosas estén felices
y en sus rostros haya
una paz radiante.
La muerte viene
de vez en cuando
y me saca de mis sueños
más allá del miedo.
Soy en el tiempo
un cuerpo instantáneo
y mis alegrías pasan
por paisajes imposibles.
A veces desfallezco
en un agobio extraño
y duermo suspendido
en espinas del desierto.
Entonces derramo
una lágrima de sangre
que la tierra recibe
con especial cuidado.
Muchas veces la he soñado
recogiendo lágrimas
y a veces canta con el viento
un himno consolador.
¡Espero tantas cosas
en mi cuerpo instantáneo!
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